En muchas empresas y organizaciones la formación es un pilar básico en la estrategia empresarial, pero todavía son muchas que no están realizando un énfasis especial en la implantación de iniciativas y planes formativos para sus empleados.
En la actualidad y especialmente en los últimos años se ha incrementado de forma significativa la oferta de cursos, talleres y formaciones en sí mismas denominadas, promovidas tanto por instituciones públicas como privadas, enfocadas a ser realizadas a distancia o bien de forma presencial.
Considerando que el entorno en que las empresas y las organizaciones se encuentran en constante evolución y movimiento donde cada vez son más habituales los retos y nuevas oportunidades para las empresas, la formación in company como estrategia incorporada en el desarrollo de las organizaciones y empresas es una vía que prepara y mejora su capacidad de acción para los mercados.
Desde el punto de vista de la empresa, la mejora continúa y desarrollo de planes de formación para sus empleados, la convierte y mejora su competitividad respecto al mercado, pero además antes posibles cambios drásticos y situaciones adversas tendrán un mejor impacto y la capacidad de adaptación a las nuevas situaciones será mayor.
Desde el punto de vista de los empleados, es evidente que aquellas empresas que disponen de planes formativos y estrategias de formación bien desarrolladas, para los empleados es un reclamo y significativamente un factor a tener en cuenta a la hora de que las personas finalmente se decidan por incorporarse en una empresa o en otra. En este sentido, podríamos decir que para las empresas es un claro facilitador para conseguir incorporar personas a su organización de gran talento.
Por lo tanto, para aquellas empresas que poseen planes formativos, podríamos decir que su capacidad de adaptación a los cambios del propio mercado y a los adoptados por los competidores, las sitúa en un marco donde el impacto a estos cambios en su organización se ve reducido de forma importante y convierte a la empresa en un elemento más estable y con futuro ante cualquier cambio (presente o futuro) en el mercado.
No podemos olvidar tampoco que con una estrategia de formación bien definida y ejecutada, estamos mejorando las habilidades y los conocimientos de todas las personas que forman parte de nuestra organización, de modo que estamos creando escenarios y facilitando la mejora de nuestros productos y servicios, mejoras que con el paso del tiempo son perceptibles por nuestros clientes y en definitiva tienden a mejorar su confianza hacia nuestros productos o servicios y finalmente hacia la empresa ya que es posible que ante la oferta de nuevos productos y servicios, éstos tengan una gran acogida entre los clientes por confianza que perciben de nuestra organización.
De modo que es posible concluir, hay que tener en cuenta que la formación dentro de las empresas tiene un fuerte impacto positivo en las organizaciones, primeramente para la propia empresa pasa su estabilidad y proyección de futuro, pero también para todas aquellas personas que forman parte de la empresa e igualmente para las personas que toman decisiones y asignan proyectos fuera de nuestra organización, clientes o potenciales clientes. Ofrece una buena imagen de la organización en la sociedad a todos los niveles. Sea cual sea tu posición respecto a una organización, es hora de tener en cuenta aquellas que tengan implantadas estrategias de formación efectivas.